Hay que prestar mucha atención a estas cláusulas en los contratos ya que pueden condicionar el éxito de una reclamación.
En las operaciones de comercio internacional, intervienen personas de distintas nacionalidades amparadas por distintos ordenamientos jurídicos, por ello en caso de conflicto siempre habrá que analizar qué juzgado resulta competente y qué ley será de aplicación.
El éxito de la reclamación dependerá del contrato:
Y es que, tanto el Tribunal como la Ley, son dos aspectos esenciales a tener en cuenta antes de iniciar cualquier reclamación, en primer lugar para valorar el coste del procedimiento pues variará si los Juzgados competentes son los españoles o los extranjeros y, en segundo lugar, para analizar el Derecho conforme al cual se resolverá la disputa, ya que cada ordenamiento jurídico tiene sus propias normas.
Es habitual que tanto el Juzgado competente como el Derecho aplicable se determinen en las últimas cláusulas del contrato atendiendo a las características propias de cada caso concreto, los domicilios de las partes, el lugar de entrega de las mercancías…
La importancia de someterse a la Ley y jurisdicción española:
Lo más beneficioso lógicamente sería que cualquier conflicto que se derivase para una empresa española en una operación de comercio internacional fuera resuelto por el Juez Español conforme a la Ley Española porque el coste del procedimiento se reduciría drásticamente y se elevaría la seguridad jurídica al conocer el juez nacional.
En los supuestos en que esto sea posible, se aconseja la firma de contratos internacionales tanto con proveedores como con clientes en los que se establezca una cláusula de fuero jurisdiccional y ley aplicable en caso de conflicto. Es suficiente con un contrato sencillo en el que básicamente se plasme por escrito el funcionamiento habitual de la relación comercial.
La alternativa del arbitraje:
En aquellos supuestos en que no sea factible porque la otra parte no lo acepta, o porque dicha parte presenta una posición de supremacía sobre la empresa española se aconseja someterse al arbitraje internacional a través de alguno de los organismos de referencia. En este caso, al menos evitaremos litigar en un país extraño con una legislación desconocida que nos puede resultar muy dificultosa.
El arbitraje, es una alternativa a la vía judicial, muy frecuente en operaciones internacionales que cada día gana más adeptos y que garantiza una resolución del conflicto por organismos independientes, altamente especializados y en menor espacio de tiempo.
En cualquier caso, si estás exportando o tienes decidido hacerlo, el mejor consejo que podemos darte es que cuentes con un asesoramiento jurídico especializado que revise y te asesore en todo tu sistema de contratación.
