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El peligro de las cartas de recomendación entre empresas

Las llamadas cartas de patrocinio o recomendación entre empresas merecen especial atención ya que de su redacción puede depender que se consideren una garantía.
¿Qué es una carta de patrocinio?:
Este tipo de cartas se utilizan generalmente por parte de una sociedad dominante de un grupo de empresas a favor de una sociedad filial más pequeña. O también en casos de sociedades vinculadas o relacionadas, firmando la carta la empresa más fuerte en favor de la más débil.
A través de este documento la sociedad más importante intenta dar confianza y seguridad en la viabilidad de un proyecto empresarial impulsado por la más pequeña, en muchos casos vinculado también a su financiación.
¿Qué contenido tiene una carta de patrocinio?:
El contenido habitual de estas cartas hace referencia a los siguientes apartados:

  • Reconocimiento de la existencia de grupo de empresa o de una relación de control sobre la empresa que impulsa el proyecto.
  • Reconocimiento de que la firma de la carta es causa de concesión del proyecto.
  • Manifestación de conocimiento y confianza en la gestión del órgano de administración de la empresa patrocinada.
  • Compromiso en adoptar las medidas necesarias para que la empresa patrocinada cumpla con sus obligaciones

¿A qué obliga una carta de patrocinio?:
En principio estas cartas son meras recomendaciones y no constituyen ninguna garantía sobre el cumplimiento de las obligaciones de la empresa recomendada. Es decir, no nos obligarían a nada.
Sin embargo, hay que prestar atención ya que, dependiendo de cómo sea su redacción, podrían ser consideradas una verdadera garantía y determinar la responsabilidad de la empresa que la suscribe.
La jurisprudencia distingue uno y otro tipo de cartas a las que denomina “fuertes” o “débiles”. Las fuertes serían las que suponen una verdadera obligación de responder por la otra sociedad, se podría equiparar a una garantía. Por su parte, las débiles, suponen una mera declaración de buenas intenciones y confianza en la gestión de la empresa o en su capacidad o viabilidad económica.
Lo que sucede en la práctica es que el límite entre ambas es muy fino y una redacción equivocada puede traer graves consecuencias.
 Cuando la carta de recomendaciones se convierte en una garantía…
Podríamos decir, en resumen, que estamos ante una carta fuerte que genera obligaciones y garantías y con ello responsabilidades si hay una verdadera intención de asumir una obligación y así esta expresado en el texto de la carta sin expresiones ambiguas o generales.
Por la importancia de este asunto, las cartas deben ser supervisadas por expertos en la materia.
Gil-Gibernau Abogados
Logroño-Madrid

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