Si tienes pensado adquirir la totalidad de las acciones o participaciones sociales de la empresa debes estar atento.
Nos referimos al supuesto en que un socio adquiere del resto de socios la totalidad de las acciones o participaciones sociales del capital social pasando por tanto a ser socio único. Esta operación se formaliza mediante una escritura pública firmada ante Notario en la que se recoge la transmisión, precio y forma de pago.
Inscripción vital en el Registro Mercantil.
Pero esto no es lo único importante. La Ley obliga a inscribir esta escritura en el Registro Mercantil penalizando de forma importante su incumplimiento.
Tanto es así que, si transcurridos 6 meses desde la firma de la escritura, no se hubiera inscrito en el Registro Mercantil, el socio único responderá personal, ilimitada y solidariamente de las deudas sociales.
¿Castigo excesivo para el incumplidor?.
Como puede verse el castigo es bastante duro: si durante ese periodo de tiempo la sociedad genera deuda y no la puede pagar, el acreedor podrá reclamar judicialmente, al mismo tiempo, a la sociedad y al socio único que responderá sin límite alguno y con su patrimonio personal de esta deuda.
El socio responde con su patrimonio personal.
Es decir, llegado el caso, el socio único no podrá oponer al acreedor que le demanda que la deuda es de la sociedad y no suya y que debe reclamar primero a ésta, porque su responsabilidad es solidaria. La ley no ofrece discusión alguna y el socio único será condenado al pago de la deuda conjuntamente con la sociedad lo que supone que la sentencia podrá ser ejecutada directamente contra su patrimonio.
Tampoco podrá oponer el socio único que no ha tenido culpa alguna en que se genere la deuda sino que ésta viene dada por circunstancias del mercado. Imagínese que la empresa ha adquirido unas mercancías y que llegado el vencimiento de la factura por un impago de un cliente no dispone de dinero suficiente. En este caso no tendría culpa el socio único pero esta circunstancia no podría alegarla en su defensa, ya que es indiferente que concurra o no culpa, pues se trata de una responsabilidad casi automática.
La conclusión de todo ello es que debemos estar muy atentos en este tipo de situaciones para evitarnos un grave problema personal.
